En la zona del paso Río Mayer, en el extremo noroeste de Santa Cruz, un cóndor andino subadulto fue hallado sin poder volar. El hallazgo activó una red de rescate que involucró a Gendarmería Nacional, Parques Nacionales y el Consejo Agrario Provincial, y que terminó con el ave en vuelo rumbo a Buenos Aires, para recibir atención especializada.
El aviso lo dio personal del Escuadrón 39 de Gendarmería Perito Moreno, que patrullaba por el sector de El Bello. Al detectar al ave en tierra, sin posibilidad de levantar vuelo, dieron aviso inmediato a la Dirección de Fauna de la provincia. Desde El Calafate, partió un equipo encabezado por los veterinarios Christian Pasin Whitelegg y María Alicia Genin, junto al técnico José María Barrio, quienes trabajan hace más de dos décadas en rescates de cóndores.
“El ejemplar era un subadulto, lo que sería un adolescente”, explicó Pasin en diálogo con LU14 Radio Provincia. “Tiene unos ocho o nueve años y pesa 13 kilos, lo que no es tan común para esa edad. No tenía heridas visibles, por lo que sospechamos que existió algún tipo de intoxicación, probablemente por plomo o cebos tóxicos”.
Una vez estabilizado, el cóndor fue trasladado a Buenos Aires en un operativo coordinado a través del convenio que la provincia mantiene con la Asociación Biandina. Allí será tratado y, si se recupera, volverá a su entorno para ser liberado en una zona cercana a donde fue encontrado.

Cuidar lo que no tiene voz
El cóndor andino está protegido por legislación nacional y provincial. Aunque en Santa Cruz no se encuentra en peligro crítico, sí enfrenta amenazas vinculadas exclusivamente a la acción humana: cebos tóxicos, plomo presente en restos de caza, disparos intencionales y, en menor medida, atropellamientos.
“El problema principal ha sido el plomo”, explicó Pasin. “Y desde 2017 empezaron a aparecer casos por cebos tóxicos que se dejan para zorros o pumas, pero que el cóndor detecta antes y termina consumiendo”.
En el sur del continente se concentra una de las poblaciones más importantes de cóndores del planeta. En un censo reciente en la zona de Río Turbio se registraron 134 ejemplares. Sin embargo, la cifra es baja en comparación con las que habitaban originalmente la cordillera.

