Stricker: “Cuando bajan las coberturas, vuelven enfermedades que ya conocimos”

Stricker: “Cuando bajan las coberturas, vuelven enfermedades que ya conocimos”

La subsecretaria de Abordaje Comunitario de la Salud, Estefanía Stricker, explicó el panorama provincial, confirmó casos recientes de coqueluche en bebés y señaló que la desinformación sigue siendo uno de los principales obstáculos para alcanzar coberturas seguras.

En Santa Cruz, al igual que en el resto del país, el desafío de completar el calendario de vacunación atraviesa a todo el sistema de salud. “Cuesta que las familias completen las vacunas. Hemos mejorado algunos indicadores, pero todavía necesitamos reflotar las coberturas”, señaló Estefanía Stricker en diálogo con Radio Provincia.

La funcionaria repasó las acciones que el Ministerio de Salud lleva adelante desde principios de año en el ingreso a escuelas de nivel inicial y primario; campañas de puesta al día entre octubre y noviembre; vacunación simultánea en todos los efectores de lunes a viernes y trabajo sostenido en medios y espacios comunitarios. “Es un esfuerzo permanente, porque tenemos que volver a normalizar el proceso de vacunación”, afirmó.

Stricker detalló que la provincia confirmó dos casos de coqueluche en menores de 24 meses y que los equipos continúan en alerta ante cualquier sospecha. “En total analizamos alrededor de 23 casos sospechados que después se descartaron. Pero seguimos atentos y reforzando la comunicación con el sector privado, porque la notificación es obligatoria”, explicó.

La subsecretaria remarcó que cuando descienden las coberturas quedan grupos sin protección y se acumula población susceptible. “Si eso ocurre durante años, aparecen nuevamente enfermedades prevenibles. Es lo que está pasando en distintas provincias con la tos convulsa, una enfermedad que puede ser mortal en bebés menores de un año”, advirtió.

En esa línea, sobre la circulación de contenidos engañosos en redes sociales sobre “supuestos riesgos” con las vacunas, la subsecretaria remarcó que “una de las principales dificultades son las falsas noticias. Juegan con la emocionalidad, apelan al miedo y se difunden rápido. Pero cuando analizás el cuerpo del mensaje, no tienen fundamento científico, ni sociedades que lo avalen, ni fechas coherentes”, sostuvo.

Planteó además que la responsabilidad es compartida entre quienes comunican y quienes consumen información. “Tenemos que preguntarnos qué estamos comprando como oyentes o lectores. No alcanza con un título impactante: hay que rastrear la fuente, consultar al profesional de salud y buscar información en ámbitos serios”, subrayó.

“No tenemos que llegar al extremo de ver bebés internados por enfermedades prevenibles”

Stricker fue contundente sobre lo que observa en territorio. “Cuando ves niños internados por enfermedades prevenibles por vacunación, cuando ves el sufrimiento de sus familias y sabés que ese bebé no recibió la dosis que le correspondía, entendés todo. Y cuando el desenlace es fatal, se termina cualquier relato”, expresó.

Para la funcionaria, la vacunación “no es un beneficio individual. Es un acto colectivo”. Cuando el resto está vacunado, el que por miedo o desinformación no se vacunó tampoco se enferma. Por eso necesitamos coberturas altas: protegen a toda la comunidad”, concluyó.

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