Cecilia Smart, presidenta de la Cámara de Comercio de El Calafate, en diálogo con Lu 14, Radio Provincia de Santa Cruz, expresó su preocupación ante la complicada situación que enfrentan los comercios locales, marcada por altos costos y una baja en las reservas turísticas.
Los comerciantes de El Calafate atraviesan un año particularmente complejo debido a la crisis económica que golpea a todo el país. Cecilia Smart, presidenta de la Cámara de Comercio de la villa turística, señaló que este ha sido “uno de los inviernos más complicados” para la localidad, con una baja conectividad y una caída significativa en las reservas turísticas.
“Si Calafate no tiene reservas, obviamente el comercio, la gastronomía y todo lo que está alrededor del turista se ven muy afectados”, explicó Smart, en diálogo con el programa “Uno x Uno”, que se emite por Lu 14 Radio Provincia de Santa Cruz. A la falta de turistas se suma el impacto de los aumentos en los servicios básicos. “Pasamos de cuotas de 500 mil pesos a 5 millones, 7 millones, 9 millones en gas”, detalló, subrayando que estos incrementos hacen que “sea carísimo abrir la puerta de un comercio”.
A pesar de que El Calafate es una villa turística, la situación no es distinta de la que se vive en otras regiones del país. “No escapamos a la realidad de la nación, de la provincia y del municipio”, comentó al tiempo que advirtió que la temporada turística actual no muestra signos alentadores. “Hay entre un 30 y un 35% menos de reservas para esta temporada”, reveló, basándose en estadísticas de la Secretaría de Turismo y estudios privados.
Además, los comerciantes enfrentan dificultades para negociar con las empresas de servicios públicos. “Se han presentado pedidos de baja de tarifas de luz y gas, pero no hemos tenido ningún resultado”,
La incertidumbre también recae sobre la duración de la temporada, que se ha acortado en los últimos años. “Va a ser una temporada corta y no sabemos cómo va a arrancar ni cómo va a seguir”. El panorama para los pequeños y medianos empresarios no es alentador, ya que tampoco cuentan con acceso a créditos bancarios que les permitan sobrellevar la situación. “Se te va la vida en eso”, lamentó.
A pesar de la adversidad, los comerciantes de El Calafate siguen luchando por mantener sus negocios. “Estamos tratando de sobrevivir”, concluyó Smart, reafirmando el compromiso de los empresarios locales de seguir adelante a pesar de las dificultades.