En el predio que perteneció a Austral Construcciones, Gustavo Sívori caminó entre galpones vacíos y maquinaria abandonada con la idea clara de empezar de cero. Lo hizo después del discurso del gobernador Claudio Vidal, quien habló de “dar vuelta la página”. Sívori coincidió en que “es un momento donde dejamos de lado una historia oscura, triste. Lo que se ve cuando uno llega a Río Gallegos tenía un peso simbólico muy fuerte. Y hoy eso empieza a cambiar”.
La toma de posesión por parte de Santa Cruz Puede S.A.U. abre una etapa distinta, marcada por la producción y el trabajo. El desafío, admite Sívori, es enorme. “Ustedes vieron el estado en el que está. Ahora hay que remontarlo. Esperamos que en los próximos doce meses podamos estar a la altura”.
Aunque la recuperación integral del predio demandará alrededor de un año, algunas actividades comenzarán antes. La planta de alimentos balanceados está entre las primeras en ponerse en marcha: “En enero o febrero debería estar funcionando, cuando llegue el insumo. Acuérdense de las 400 hectáreas sembradas en la zona de El Calafate: en enero las vamos a estar cosechando para abastecer a la planta”.
Sívori explicó que el proyecto agroindustrial es más amplio y que busca fortalecer a los productores de toda la provincia: “Los productores santacruceños van a tener a disposición una planta de alimentos como nunca hubo, con tres máquinas peletizadoras distribuidas en el territorio. Pueden llevar sus rollos y recibir pellet, que nutricional y logísticamente es mucho mejor que el rollo de alfalfa”.
Además de la planta y las peletizadoras, Santa Cruz Puede pondrá a disposición herramientas de siembra para acompañar a los agricultores locales. “Es un concepto integral —explicó Sívori—. Estamos pensando en cerrar esta etapa el año que viene y, cuando la producción esté en marcha, empezar a hablar del tema riego en la provincia”.
La escena en el predio de ex Austral sintetiza el giro que busca el Gobierno Provincial: dejar atrás un símbolo de saqueo y convertirlo en un espacio de producción real. Y mientras los primeros proyectos avanzan, Sívori resume la sensación del momento con simpleza: “Acá se va a trabajar”.

