Un nuevo informe de Radio Provincia, en esta oportunidad ¿qué es TISA? un acuerdo que busca “promover la liberalización a escala global de la economía de servicios”. Todo lo que tenes que saber sobre un acuerdo que pone en riesgo la soberanía y los derechos de los trabajadores.
El TISA constituye un acuerdo comercial y de inversión cuyo objetivo gira en torno a institucionalizar los derechos de los inversores y prohibir la intervención estatal en áreas vinculadas al comercio.
Es negociado en secreto y por fuera de las normas de la Organización Mundial del Comercio, (OMC). Las negociaciones incluyen a 23 Gobiernos que representan a 50 países, responsables de más de las dos terceras partes del comercio mundial de servicios, que en un 90% se compone de servicios comerciales provenientes de países desarrollados. Es decir, países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Los gobiernos sentados en la mesa de negociación son: Australia, Canadá, Chile, Colombia, Corea, Costa Rica, Estados Unidos, Hong Kong, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein, Mauricio, México, Nueva Zelanda, Noruega, Pakistán, Panamá, Perú, Suiza, Taiwán, Turquía y la Unión Europea (en representación de 28 países).
A pesar de ser secreto, a partir de 2014, WikiLeaks comenzó a revelar su contenido. Gracias a las filtraciones se supo que el Acuerdo responde a una “agenda política profundamente neoliberal” que busca modificar el rol y la capacidad normativa que le compete a los Estados para imponer “la desregularización que los ‘lobbies’ privados exigen a los negociadores”.
Entre otras cosas el TISA apunta a:
– Limitar la capacidad regulatoria estatal y por lo tanto de los Legislativos, (en cualquiera de sus niveles): los Estados se ven obligados a informar al resto de países, y por tanto a sus empresas, antes de aprobar normativas que puedan afectar intereses comerciales.
– Impedir que los Gobiernos puedan desprivatizar servicios públicos y estratégicos.
– Restringir a las reglamentaciones nacionales relativas a los derechos de los trabajadores: si bien establece que las reglamentaciones laborales deben estar amparadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), este acuerdo trata a los trabajadores migrantes como mercancías.
– Desregular aún más a los mercados financieros: esto se debe a que los grandes intereses corporativos están fuertemente implicados en las negociaciones secretas del Acuerdo.
– Limita las reglamentaciones en materia de medio ambiente y protección de los consumidores.
– Limita regulaciones en ámbitos tales como la concesión de licencias para centros de salud, centrales eléctricas, instalaciones de eliminación de desechos y la acreditación universitaria y escolar.
Investigación: Agustina Maddio
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