Conversamos con el investigador del CONICET, Pablo Núñez, sobre el difícil momento que atraviesa el organismo luego de los recortes presupuestarios del año pasado y ahora la aprobación del ingreso de sólo 450 vacantes -la mitad de lo que se ofrecía hasta 2015-.
“El CONICET vino creciendo en un plan sistemático muy planificado, sostenido. En 2003 había 2000 investigadores y pasamos a 10.000 con un crecimiento sostenido, planificado. Hoy esos 10.000 becarios están en el limbo porque les acaban de cerrar la puerta de un día para el otro. Lo que hay que entender es que el Conicet es la columna vertebral del sistema científico argentino”, sostuvo Nuñez en Radio Provincia.
Por su parte, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, buscó justificar el recorte al afirmar que “hay doctores que lo único que quieren es el empleo fijo del Conicet”. Radio Provincia le consultó al investigador del CONICET sobre estas afirmaciones:
“Esta es una situación de ajuste. Todos tenemos derechos a una estabilidad laboral haciendo el trabajo que más nos interesa que en este caso es el de generar conocimiento, investigación y desarrollo para el país. El Conicet es uno de los principales organismos que incorpora gente. El resto de los organismos también han cerrado todas sus puertas. El INTA y el INTI no están incorporando gente y menos para investigación y desarrollo, mientras que en el sector privado y productivo tampoco. Lo que se está haciendo es bloquear la política de conocimiento que tenía el Conicet.”
Según Nuñez, además del ajuste presupuestario, la decisión de aplicar recortes en el CONICET es otra manera de “recortar” el pensamiento crítico de los científicos. “Les molesta el desarrollo científico y tecnológico porque esos desarrollos compiten con los sistemas de los países centrales como EE.UU o algunos de Europa o Israel. No quieren que argentina produzca o tenga su propio desarrollo”, concluyó Nuñez.
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