Se cumplieron 96 años del inicio de las huelgas de obreros en La Patagonia, que desembocaron en la matanza de 1500 trabajadores. La Historia los recuerda como la Patagonia Trágica, la Patagonia Rebelde. El rol de los Braun. La voz de Osvaldo Bayer.
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La Historia es más que un recuerdo. Son rupturas y continuidades. Existe una estirpe autoritaria que recorre la Argentina. El presidente de la Nación, Mauricio Macri, es uno de sus representantes.
Hace 96 años atrás, los estancieros de la Patagonia y Santa Cruz recurrieron a las fuerzas federales para disciplinar a los obreros organizados, con el objetivo de abultar sus rentabilidades.
En la provincia, lo hicieron a instancia de los Braun –familia que hoy es dueña de La Anónima- y la Sociedad Rural local.
Los obreros rurales patagónicos vivían dentro de las estancias, con jornadas laborales que iban de 12 a 16 horas. Dormían en tarimas de madera, sin abrigo.
La comida era entregada por los patrones, que luego debían pagar.
Hoy la explotación laboral en el sector rural vuelve a conjugar factores de poder que han sido muy difíciles de desarmar, a lo largo de la Historia argentina.
Esos factores de poder incluyen empresarios voraces que no tienen inconveniente en armar una ingeniería para beneficiarse con la explotación laboral.
El presidente de la Nación no sólo designó en su gabinete dos personas pertenecientes a una familia con estirpe genocida, como es el caso de los Braun sino que designó como Embajador a un dirigente que se benefició económicamente con la trata laboral.
Ese el caso del embajador argentino en España, Ramón Puerta. Dirigente político, de la derecha peronista, diametralmente opuesto a los valores de justicia social por los que miles y miles de hombres y mujeres han lucha a lo largo de los años.
Otro poder fáctico viene disfrazado de sindicalista defensor de los peones rurales. Gerónimo “Momo” Venegas conduce un gremio que se encarga de ocultar las condiciones de vida precarias de los peones, en complicidad con la Sociedad Rural Argentina y otras entidades patronales.
El Gobierno nacional derogó el organismo creado en 2011 para defender a los peones rurales, y le entregó nuevamente esa potestad a Venegas y las entidades patronales como la Sociedad Rural.
Con este cambio, dejaron de hacerse denuncias por casos de trata laboral en el campo. Entre 2011 y 2015, más de 1000 víctimas de casos de trata fueron rescatadas por el Renatea.
Ahora, todo volvió a foja cero. Con la designación de Puerta como embajador, y la disolución del Renatea, el Presidente Mauricio Macri representa la continuidad con un modelo liberal y autoritario.
Con Macri como presidente, y con los derechos de los peones rurales vulnerados, no estamos tan lejos de aquel 1920.