Un #Informe especial sobre la situación de las economías regionales a partir de la importación de productos de consumo masivo, y en particular de alimentos, que aumenta sin freno.
Las economías regionales sufren los embates de la política gubernamental, al mismo tiempo en que la población deja de consumir por una baja del salario real.
Según el Observatorio de importaciones de la provincia de Santa Fe, los productos enlatados quintuplicaron su importación entre enero y julio de este año. En 2015 ingresaron al país 65.000 kilos, mientras que en el primer semestre de este año fueron 335.000 kilos.
Las clásicas latas de “ensalada jardinera” llegan desde Brasil, Francia, China, Taiwán y el Líbano. Las importaciones nunca estuvieron prohibidas en la Argentina, a pesar de que durante los últimos años los medios de comunicación hegemónicos instalaron la frase “freno a las importaciones”. Lo que existía era una regulación precisa sobre el comercio exterior, para evitar la competencia desleal, y favorecer a los sectores productores de bienes y alimentos del país.
Al eliminarse las distintas medidas de protección de la industria local, el Gobierno habilitó el aluvión de importaciones.
Hortalizas, frutas, carnes de cerdo, bovina y aviar, leche, quesos, fiambres, alimentos enlatados, golosinas y hasta muebles, colchones y vajilla de mesa, se suman al embate importador indiscriminado.
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