Hernán Brienza: “Volvimos al país de los Mitre”

Hernán Brienza: “Volvimos al país de los Mitre”

El historiador Hernán Brienza, se refirió a los festejos del Bicentenario, a la figura de Juana Azurduy y Milagro Sala, al país de los Mitre y a la permanente pugna entre el proyecto liberal conservador y el nacionalismo popular que signa los destinos de la Patria.

Para Brienza, “más que a un país con una mirada mitrista” Argentina es hoy “el país de los Mitre” y esto genera muchos problemas porque “el país de los Mitre tiene su propia historia y por eso en el Bicentenario estaba el ex rey de España y no Juana Azurduy. Simbólicamente la decisión de que la figura de Juana no esté presente en estos festejos tiene que ver con el triunfo de un país por sobre otros. Porque generalmente los que tienen posibilidad de gobernar son dos países pero hay muchos más”

EL historiador planteó la paradoja de que “justo en Tucumán donde tres provincias alto peruanas firmaron la declaración de la Independencia” no estuviese presente la figura de Juana Azurduy y si la del ex rey de España.

Respecto de la desafortunada expresión del presidente acerca de la “angustia” de los patriotas de 1816, dijo:  “Macri habló de angustia de los patriotas por separarse de España, en esa frase lo importante es que la angustia es por independizarse de España. Él no hala de  la angustia de construir una Patria, de la angustia por lo que depara el futuro, por lo que significa una guerra, sino que lo angustioso es separarse de lo que él considera la civilización, lo que se consideran las propias lógica de poder dominante europeo”

En este sentido lo que Macri hace es hacernos creer que los patriotas tenían angustia, pero él se refiere a la angustia “por independizarse de la civilización” porque “a él le genera angustia separarse de las civilizaciones estadounidenses, europeas,  de los países centrales y del sistema financiero internacional. Por eso Prat Gay pide perdón a los españoles” sentenció.

Para Brienza “Nuestros patriotas si hay algo de lo que no querían era seguir siendo dependientes de las metrópolis. La guerra por la emancipación es una guerra eminentemente política es una guerra de republicanos contra monárquicos, porque hay españoles y americanos de ambos bandos. Por lo tanto la diferencia no es solo por una cuestión independentista sino que hay ahí, una cuestión política e ideológica.”

Al respecto el autor del Loco Dorrego –entre ortos libros- recordó que en aquellos patriotas “no hay un odio hacia lo español en los manifiestos políticos de la época, lo que hay es odio y abominación hacia la metrópoli, hacia el poder central, hacia la tiranía”

Haciendo un paralelo con la actualidad, Brienza planteó que frente a la mirada de Macri y lo que él representa “Juana Azurduy molesta” porque “posiblemente Juana Azurduy tuviera las mismas intenciones, el mismo color de piel y le molestarían las mismas cosas que hoy le molestan a Milagro Sala  en Jujuy. Forman parte de ese mismo territorio… desde Tucumán, el alto Perú…Huaqui…La Paz.”

“Lo que les molesta de la figura de Juana Azurduy es que está presente el pueblo, el pueblo americano, el mestizaje está presente en esa revolución  y en ese proceso de emancipación” afirmó en LU14.

Sobre la posibilidad de que Macri reinterpretara las eventos de 1816 y repensara la historia argentina, Brienza fue claro: “El conocimiento de Macri de la historia es mínimo, pensar que Macri hace una relectura de la historia es sobre estimar a Mauricio Macri  creo que alguien le tiro un consejo y él se mandó. No hay en Macri un conocimiento de la historia como para poder reinterpretarla”

Además el reconocido historiador consideró que “ni Macri, ni sus intelectuales, tienen la capacidad de reelaborar un relato histórico, lo que hacen es tomar la historia oficial ya sea de las universidades más liberales y conservadoras y de los escritores del siglo XIX y XX. No pueden elaborar un relato propio, a lo sumo, restauran un relato oficial”

Por último, Hernán Brienza reflexionó acerca de los modelos en pugna a lo largo de la historia de nuestro país: “uno es el agroexportador que tiene como plafón político el liberalismo conservador, y el otro es el mercado internismo con el nacionalismo popular como dirigencia política durante 200 años estos modelos han estado peleándose, pero en realidad este país esta hegemonizado por los conservadores liberales que gobernaron 150 años”

Para el politólogo “El liberalismo conservador tiene los recursos financieros económicos políticos militares y comunicacionales para imponerse, pero no puede convencer a las mayorías”.

Entonces “cuando en  elecciones libres las mayorías votan al nacionalismo popular (como el irigoyenismo, el peronismo, el alfoninismo, e  incluso el menemismo en su pirueta ideológica y política;  y el kirchnerismo en 2003), el liberalismo tiene la fuerza para  cercarlos, para imponerles su voluntad  o derrocarlos como ha pasado en la mayoría del siglo XX, o hacer intentonas destituyentes como sucedió a lo largo de todo el siglo XX” planteó.

Este tipo de comportamientos a lo largo de la historia, según explicó el ensayista “lo que generan son crisis políticas, donde las mayoras terminan golpeando las puertas de los bancos o respondiendo a la violencia de arriba con la violencia de abajo. El liberalismo genera crisis políticas constantes”.

El autor de Exodo Jujeño, Valientes y El otro 17 analizó que ese “empate hegemónico” que se produce a lo largo de la historia argentina, es lo que “no permite que se pueda generar un pacto social entre una dirigencia lúcida y las mayorías”.

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