Un operativo conjunto entre Servicios Públicos y Bomberos permitió resolver una falla crítica en la planta de agua y garantizar el servicio en El Calafate.
En diálogo con Radio Provincia, el gerente distrital de Servicios Públicos de El Calafate, Martín Fuentealba, explicó que el inconveniente se produjo cuando una de las partes de la bomba de captación se desprendió y cayó al fondo de la cisterna, parcialmente llena y con agua helada. Vaciarla no era una opción, ya que volver a cargarla hubiera significado dejar a la ciudad sin agua. “Calafate se podría haber quedado sin agua si no se solucionaba este tema”, resumió.
Ante la complejidad del trabajo y los altos costos de contratar servicios privados especializados, desde Servicios Públicos se activó el contacto con Bomberos. La coordinación fue inmediata: se planificó la intervención y al día siguiente los buzos ya estaban en la planta. Para garantizar la seguridad, se detuvo momentáneamente la captación mientras los bomberos ingresaban a la cisterna, en condiciones de baja visibilidad y temperaturas extremas. Aun así, en apenas cuatro horas lograron enganchar la bomba bajo el agua y retirarla.
Fuentealba destacó el profesionalismo y la predisposición del personal interviniente y valoró el trabajo en equipo como una de las claves para resolver la situación con rapidez. “Evaluaron todos los riesgos y trabajaron con una eficiencia increíble”, señaló.
De cara a los próximos meses, el gerente distrital adelantó que la Provincia enviará dos nuevas bombas de captación, lo que permitirá mejorar el caudal de recuperación de la cisterna. Además, confirmó la llegada de unas 130 luminarias LED que se sumarán a los recambios y nuevas instalaciones en distintos sectores de la ciudad, incluida la entrada a El Calafate.
Finalmente, Fuentealba apeló a la responsabilidad de los vecinos en el uso del agua, especialmente en esta época del año. “Es importante tomar conciencia, evitar dejar canillas abiertas y contar con tanques domiciliarios, que ayudan mucho a sostener el servicio”, remarcó.
Una respuesta rápida, una tarea de alto riesgo y un objetivo claro: que El Calafate no se quede sin un servicio esencial.

