A 19 años de la desaparición de Julio López: “Mi viejo eligió cumplir con la obligación de declarar, aun sabiendo lo que podía pasar”

A 19 años de la desaparición de Julio López: “Mi viejo eligió cumplir con la obligación de declarar, aun sabiendo lo que podía pasar”

En diálogo con Radio Provincia de Santa Cruz, Rubén López recordó a su padre Jorge Julio López, testigo clave en los juicios por delitos de lesa humanidad, a 19 años de su segunda desaparición. Subrayó las falencias de la investigación judicial y destacó el compromiso de vida que definió a su padre.


El 18 de septiembre de 2006, Jorge Julio López salió de su casa en La Plata para asistir a la audiencia de alegatos en el juicio contra Miguel Osvaldo Etchecolatz, exdirector de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la dictadura. Tenía 77 años, era albañil y había sido secuestrado y torturado entre 1976 y 1979 en distintos centros clandestinos. Su testimonio fue decisivo para condenar a cadena perpetua a Etchecolatz por crímenes de lesa humanidad.

Pero López nunca llegó al tribunal y desde ese día permanece desaparecido, lo que lo convierte en el primer caso de desaparición en democracia de un testigo protegido en juicios por delitos de la dictadura. Podemos decir que su ausencia marcó un antes y un después en la política de derechos humanos en Argentina, evidenciando falencias en la protección estatal y abriendo un debate que todavía hoy sigue vigente.

“Hace 19 años que estamos igual. No hay nada, a pesar de que se ha hecho mucho. El problema es que los resultados siempre fueron negativos”, lamentó Rubén, al describir la causa judicial caratulada como presunta desaparición forzada de persona. Explicó que las primeras horas tras la desaparición fueron determinantes y que “lo que no se hizo, o lo que se hizo mal, en esas primeras horas es lo que hoy seguimos pagando”.

En 2023, la familia López firmó un acuerdo de solución amistosa con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde el Estado argentino reconoció su responsabilidad por no haber protegido a López. Sin embargo, Rubén señaló que los compromisos asumidos todavía no se cumplieron. “Seguimos insistiendo todos los meses, pero concretamente no hay avances. Esa parte es clara: el Estado argentino no obedece ni acata ese acuerdo, y eso puede traer sanciones”.

El hijo de Julio López también recordó que, incluso después de su desaparición, el testimonio de López siguió siendo fundamental en los juicios contra Miguel Osvaldo Etchecolatz y otros represores. “En el año 2014 condenaron a siete u ocho genocidas más con ese testimonio grabado. Hasta antes de que Etchecolatz falleciera, mi viejo volvió a declarar en ese video y volvió a ser clave”, contó.

A casi dos décadas de aquel día, Rubén López pide que la sociedad no olvide quién fue Julio; “Un militante peronista, sencillo, comprometido con sus compañeros de lucha. Tenía la obligación de ir a dar testimonio de lo que había visto y la cumplió, aun sabiendo que algo le podía pasar. Sopesó esa obligación por encima de su propia vida”.

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