La colega que integra H.I.J.O.S se refirió a la postura de los hijos de genocidas que cuestionan a sus padres. Además el recuerdo de Nilda Eloy “una luchadora incansable que a muchos nos contó quienes eran nuestros viejos”
“Para los genocidas debe tener un gusto a derrota. Que tus hijos renieguen de quien sos, debe ser de los peores castigos como padre” afirmó García en LU14.
La periodista especializada en temas de género y derechos humanos, que integra H.I.J.O.S La Plata se refirió al pedido de Hijos e Hijas de genocidas para declarar en su lugar.
“Los testimonios que podrían aportar a los juicios de lesa humanidad, en muchos casos no tendrían una necesidad, porque hay casos con sentencia, y no sería mucha la información que puedan sumar, más allá de lo que aportaron los sobrevivientes, pero es un gesto fuerte” señaló Lucia García.
En este sentido agregó “creo que tiene más que ver con tomar distancia de esos padres y posicionarse del lado de los derechos humanos, que es más valiosos. Ese compromiso humano y la actitud de ponerse al servicio del juzgamiento de estos crímenes, más allá de lo jurídico, en un punto es conmovedor.”
Por otra parte, se refirió a su nota de opinión “La testigo” sobre Nilda Eloy, testigo clave en juicios por lesa humanidad, una militante por los derechos humanos y la primera en detectar que a Julio López lo habían secuestrado en el marco del juicio a Etchecolatz.
“La justicia demoró mucho, porque muchos de los familiares y sobrevivientes que esperaban justicia nos fueron dejando. Ya no están con nosotros. La necesidad de los juicios y la posibilidad de reparar algo de ese daño, tiene sentido mientras las personas que lo padecieron aun siguen entre nosotros, por eso produce más dolor en este contexto la ida de Nilda, y más cuando los genocidas se van impunes” manifestó García Itzigsohn.
“Cada vez que Nilda testimoniaba, se reservaba un momento para resaltar la solidaridad entre las personas que estuvieron detenidas, los gestos de humanidad en los contextos tan hostiles e inhumanos en que los tenían los genocidas. Devolviendo esa dimensión de resistencia aun en los centros clandestinos de detención, daba noción de algún modo del grado de vitalidad de eso que la militancia defendía” agregó.
“Nilda sabía que la impunidad es tan perversa como la tortura, por eso se levantaba cada día dispuesta a enfrentarla” concluyó.
Recomendamos la lectura de la nota publicada en Letra P “Buscar justicia por los caminos que hubiera nos decía y hacía los caminos mientras la buscaba”
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