En declaraciones a LU14 el Presidente de la Fundación Pro Tejer se refirió a la realidad económica que atraviesa el sector textil. La lucha de los trabajadores por los puestos laborales.
En diálogo con Radio Provincia, Sorbilla afirmó que en el sector tuvieron “un 2016 complicado porque el nivel de actividad industrial del sector textil y de confecciones el país, tuvo una caída el 25%, y quedó en ese piso.”
En este sentido agregó que “cerraron plantas, despidieron personal y hay turnos que se cerraron o acortaron también.”
Respecto de los motivos que desembocaron en esta crisis se refirió a “la caída del poder adquisitivo de la gente, que es evidente en todos los rubros de la economía; y otro motivo es el incremento de las importaciones. Las importaciones se incrementaron durante el 2016, en volumen un 7% más. Se redujo el mercado de consumo. En 2015 se consumía 500 mil toneladas de productos textiles y se redujo a 425 mil. Es una caída de aproximadamente el 15%. E ingresaron 15 mil toneladas de importación, por lo cual la industria nacional terminó ajustando.”
Además, el Presidente de la Fundación Pro Tejer agregó: “Los canales comerciales y las marcas de ropa, en lugar de abastecerse de la producción nacional, salieron frenéticamente a comprar productos importados. Y esto había sido advertido por la Fundación Pro Tejer, y fue admitido por el Gobierno, cuando el mal ya estaba hecho.”
Al respecto contó que “durante todo el año se convivió con porcentajes altos de importación, incompatibles con el mantenimiento del empleo y el nivel de actividad sectorial. Lo que más importa es el producto terminado y no los semi elaborados que pueden ser necesarios para mantener el nivel de actividad industrial.”
Finalmente, ejemplificó cómo influyen los impuestos en la cadena de producción: “Nosotros tenemos sueldos que con las cargas sociales. Estamos compitiendo con países que no tienen regulaciones laborales, ni pagan impuestos laborales. Argentina es el número 107 en impuestos. De $2000, el Estado se lleva el 45%, es decir $900. Los $1100 se distribuyen en toda la cadena de valores. En definitiva a la industria le queda $150.”
“Si el Gobierno no se da cuenta que el Estado es el problema, nos ahogan. Nos dicen que no somos competitivos, pero eso es por los impuestos que nos cobran, por la tasa de interés abusiva” concluyó.
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