Una ley para romper el monopolio de Monsanto

Una ley para romper el monopolio de Monsanto

El director de Semillas de la Federación Agraria, Jorge Solmi, sostuvo que el proyecto de ley sobre semillas presentado por la entidad busca adaptar el marco normativo al siglo XXI e impedir la posición dominante de ciertas empresas, como Monsanto.

“Presentamos en el Congreso un proyectoque complementa la actual ley de semillas pero que debe adecuarse a los tiempos. Cuando se sancionó la norma, no existía la biotecnología. La actualización de la ley se plantea resguardando cuestiones básicas, como el uso propio de la semilla para los productores y que ante cada modificación genética, lo que prevalece es la ley de semillas y no la ley de patentes”, explicó Solmi, quien también integra el Frente Renovador y es funcionario de la provincia de Buenos Aires (Fogaba).

El fondo de la cuestión tiene que ver con las pretensiones de Monsanto de cobrarles a los productores un canon extra por el uso de las semillas modificadas genéticamente, regalía que ya fue abonada en el momento de adquirir la semilla. Lo que hizo la multinacional fue extender una serie de contratos con los productores para obligarlos, a través de los exportadores,  a pagar un canon antes de enviar el grano a los puertos.

“Monsanto arregló con los exportadores locales que si encontraban un grano que no había sido declarado ante la empresa, se le debía descontar al productor 15 dólares por tonelada. Nuestra relación como productores es con los semilleros – a quienes se les paga el derecho de propiedad de la semilla- y no con Monsanto. Por eso era irregular que la empresa  quisiera firmar contrato con los productores”, agregó el dirigente federado.

Según Solmi, la ley propuesta por la entidad contempla que ante cada nueva variedad de una semilla, habrá dos límites claros. El primero es la posibilidad de que cualquier investigador pueda tomar esa nueva variedad para seguir trabajando sobre la misma. La segunda, es que los productores puedan seguir sembrando las semillas que van quedando luego de cada ciclo de cosecha (uso propio).

“Los derechos de patentes se agotan cuando se meten dentro de la semilla y ahí corre la ley de semilla. Queremos concretar una ley que le sirva a todos los argentinos”, concluyó Solmi.

 

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